Antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI, Yucatán era el hogar de la civilización maya, que alcanzó su apogeo entre los siglos VII y XI d.C. Durante este periodo, se desarrollaron importantes ciudades como Chichén Itzá y Uxmal, que aún son reconocidas por su impresionante arquitectura y legado cultural. La conquista española comenzó en 1517, culminando con la caída de los últimos bastiones mayas en 1697. Durante este tiempo, la península fue administrada como parte de la Capitanía General de Yucatán.
La Guerra de Castas (1847-1901), un conflicto entre las comunidades mayas y los mestizos, exacerbó las tensiones políticas. En 1848, ante la presión militar y social, Yucatán se reincorporó a México. A lo largo del siglo XIX, el estado experimentó divisiones territoriales; Campeche se separó como estado independiente en 1858 y Quintana Roo se formó en 1902.
Hoy en día, Yucatán es conocido no solo por su historia política sino también por su rica herencia cultural. Sitios como Chichén Itzá y Uxmal han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reflejando su importancia histórica y cultural.